valgo callampa, así, callampa, le digo. una callampa cada vez más chiquitita, que ya ni se ve, pero eso es lo que valgo, le digo. me sorprendo en mitad del discurso emo al amiguito, amiguito, dime, ¿porqué soy tan mierda?, me reprendo de a poco, de a poco me despabilo, oye, eso no se hace, pero no, lo hice, sin decir agua va, le solté la tanda depresiva. amiguito, amiguito, ¿por qué no me dio para ser persona? y ahí van las palabras de conmiseración, para la próxima te golpearé, que te creis para decir eso de ti, me creo yo misma, la que vio su vida entera pasarle por encima, me creo génesis reyes, acreedora de una mentalidad e idiosincrasia depresivas. tan víctima, tan sufrida, tan cobarde como yo misma puedo llegar a ser.
amiguito, dime si hay algo en mi persona que pueda valer algo para venderlo y tratar de aspirar a el subsidio de vidas pasables, porque yo no quiero más esta vida, ¿hay alguien que la quiera? (obviamente pienso: hay muchas personas que se morirían por tener la vida que tengo, en áfrica hay niños que lo darían todo por tener siquiera alguno de mis días, pero soy una mierda hasta para eso, no valoro, y de todas formas, si alguno de esos niños viviera esta vida, no sería tan hueón como yo fui para desperdiciarla haciendo lo que yo he hecho día tras día).
y entonces mi amiguito me dice, en el son de lo sincero, que si al menos me considero mierda, de mierda no tengo tanto, que hay gente que es mierda a tiempo completo, mucho más que tú y yo juntos, amiguita, y no se da ni cuenta, y camina por el mundo, contagiando a quienes nada tienen que ver, gente mierda, mucho más mierda, que valen mucho menos que lo negativo que dices valer tú y no se dan ni cuenta y se creen la última chupada del mate.
entonces, si al menos dices ser mierda, al menos estás consciente, al menos no lo eres tanto porque sabes lo que es la culpa.
y me rio. me rio porque es una ironía tan rica esto de que desde este punto de vista la culpa me alivie. buen punto, amiguito. me salva el ser culpable, culpable consciente, culpable de todo, culpable culpable. no es tan malo, no es tan malo ser así, me sigo convenciendo de que en mis venas no corre tanta inmundicie, miserablemente, me hago cariño sola, sola en ese lugar que nadie tiene idea que existe, o que todos olvidaron, en ese espacio donde me he quedado aparte, con el peso de mi mente, con la peor compañía del mundo, que soy yo misma, teniendo pena de mi misma. y así pos, lo penca que es caerse al barro podrido abismal que tiene mi mismo nombre y apellido.
y el fito paez me hace cariñito a los lejos: no existe una escuela que ense-ñe a viviiir.
amiguito, dime si hay algo en mi persona que pueda valer algo para venderlo y tratar de aspirar a el subsidio de vidas pasables, porque yo no quiero más esta vida, ¿hay alguien que la quiera? (obviamente pienso: hay muchas personas que se morirían por tener la vida que tengo, en áfrica hay niños que lo darían todo por tener siquiera alguno de mis días, pero soy una mierda hasta para eso, no valoro, y de todas formas, si alguno de esos niños viviera esta vida, no sería tan hueón como yo fui para desperdiciarla haciendo lo que yo he hecho día tras día).
y entonces mi amiguito me dice, en el son de lo sincero, que si al menos me considero mierda, de mierda no tengo tanto, que hay gente que es mierda a tiempo completo, mucho más que tú y yo juntos, amiguita, y no se da ni cuenta, y camina por el mundo, contagiando a quienes nada tienen que ver, gente mierda, mucho más mierda, que valen mucho menos que lo negativo que dices valer tú y no se dan ni cuenta y se creen la última chupada del mate.
entonces, si al menos dices ser mierda, al menos estás consciente, al menos no lo eres tanto porque sabes lo que es la culpa.
y me rio. me rio porque es una ironía tan rica esto de que desde este punto de vista la culpa me alivie. buen punto, amiguito. me salva el ser culpable, culpable consciente, culpable de todo, culpable culpable. no es tan malo, no es tan malo ser así, me sigo convenciendo de que en mis venas no corre tanta inmundicie, miserablemente, me hago cariño sola, sola en ese lugar que nadie tiene idea que existe, o que todos olvidaron, en ese espacio donde me he quedado aparte, con el peso de mi mente, con la peor compañía del mundo, que soy yo misma, teniendo pena de mi misma. y así pos, lo penca que es caerse al barro podrido abismal que tiene mi mismo nombre y apellido.
y el fito paez me hace cariñito a los lejos: no existe una escuela que ense-ñe a viviiir.