En mis entrañas se alojaba un malestar nauseabundo, tenía mucho frío y le pedía me acurrucara y me cuidara.
Acostumbro enfermarme, acostumbro a una cierta hora de la noche descomponerme en fiebre y náuseas, esa vez él estaba ahí, cuidándome y en mi rostro se dibujaba una sonrisa entre tanta sensación desagradable en mi garganta, viendo nudos y colores oscuros dentro mío. Más allá de la guerra que se daba en mi organismo, fuera, donde iban mis ojos, estaba él mostrándose preocupado, acariciando mis mejillas y mi cuello, pasando por mi frente y frunciendo el ceño, arropándome, preguntándome en susurros en qué podía ayudarme. Le decía que pasaría en un rato, que con él ahí, cuidándome, mis entrañas se reordenarían.
Me miraba con un brillo en sus ojos que la lámpara acentuaba. De pronto mi garganta se apretó, mi estómago se convulsionó. Lo miré con angustia, pedí en voz baja que me distrajera.- Vas a estar mejor, amor, va a pasar. Siempre pasa, sólo aguanta -me dijo y nos quedamos en silencio mirandonos.
- Voy a vomitar.
miércoles, 27 de mayo de 2009
lunes, 4 de mayo de 2009
apuntes para un día nublado.
~ Aquel que quiere permanentemente “llegar más alto” tiene que contar con que algún día le invadirá el vértigo.¿Qué es el vértigo? ¿El miedo a la caída? ¿Pero por qué también nos da vértigo en un mirador provisto de una valla segura? El vértigo es algo diferente del miedo a la caída. El vértigo significa que la profundidad que se abre ante nosotros nos atrae, nos seduce, despierta en nosotros el deseo de caer, del cual nos defendemos espantados.
~ Es esta historia que yo también quería contarte a ti cuando apenas te conocí, aunque ya no puedas acordarte, porque al enterarte por azar del comienzo de este libro, irrumpiste tan oportuna, tan violenta y tan eficazmente en mi vida, sin duda para recordarme que lo quería “batiendo como una puerta” y que por esa puerta nunca pasaría nadie sino tú. (…) Tú que tanto me haces lamentar haber escrito esa frase absurda e irretractable sobre el amor, el único amor “tal y como es: resistente a todas las pruebas”.
~ El tiempo es travieso, porque es preciso que cada cosa llegue a su hora.
~ Son tus pensamientos y los míos. Mira desde donde brotan, hasta donde se elevan y cómo es hermoso aún cuando se caen. Además, en seguida se funden, vuelven a ser aspirados con la misma fuerza, de nuevo el impulso quebrado hacia arriba, la caída… y así indefinidamente.
~ Gracias André, por todo lo que he recibido (…) No quiero Hacerte perder el tiempo que necesitas para cosas superiores. ―Todo lo que harás, estará bien hecho. ―Que nada te detenga. ―Ya hay demasiada gente que se encarga de apagar el fuego. ―Cada día el pensamiento se renueva. ―Es sabio no prolongar lo imposible (…) Nadja.
~ Nadja llamó por teléfono en mi ausencia. A la persona que le contesto y le preguntó cómo se la podía localizar, ella respondió: “No se me localiza”.
~ Es esta historia que yo también quería contarte a ti cuando apenas te conocí, aunque ya no puedas acordarte, porque al enterarte por azar del comienzo de este libro, irrumpiste tan oportuna, tan violenta y tan eficazmente en mi vida, sin duda para recordarme que lo quería “batiendo como una puerta” y que por esa puerta nunca pasaría nadie sino tú. (…) Tú que tanto me haces lamentar haber escrito esa frase absurda e irretractable sobre el amor, el único amor “tal y como es: resistente a todas las pruebas”.
~ El tiempo es travieso, porque es preciso que cada cosa llegue a su hora.
~ Son tus pensamientos y los míos. Mira desde donde brotan, hasta donde se elevan y cómo es hermoso aún cuando se caen. Además, en seguida se funden, vuelven a ser aspirados con la misma fuerza, de nuevo el impulso quebrado hacia arriba, la caída… y así indefinidamente.
~ Gracias André, por todo lo que he recibido (…) No quiero Hacerte perder el tiempo que necesitas para cosas superiores. ―Todo lo que harás, estará bien hecho. ―Que nada te detenga. ―Ya hay demasiada gente que se encarga de apagar el fuego. ―Cada día el pensamiento se renueva. ―Es sabio no prolongar lo imposible (…) Nadja.
~ Nadja llamó por teléfono en mi ausencia. A la persona que le contesto y le preguntó cómo se la podía localizar, ella respondió: “No se me localiza”.
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