miércoles, 22 de octubre de 2014

actualízame, por la cresta.

la manera más inútil de usar los dedos es para apretar f5 como hoy.

martes, 9 de septiembre de 2014

ley de murphy.

tenis que cabrearte. cabrearte bien cabreada.

martes, 22 de julio de 2014

recuerdo culiao inútil.

de pronto me acordé de aquellos remotos tiempos en que mis recuerdos eran adormecidos mientras pedía que me dieran más fuerte. eran tiempos buenos. recontra-hueones. hoy en día casi no sirve. porque los recuerdos hoy en día tampoco sirven de nada. porque estoy vieja y hay recuerdos que me dan mucho más duro que cualquier hueá tangible.

mear fuera de tiesto fue mi lema. ahora qué hago cuando ya me cansé.
cambio el switch: sé que me voy a arrepentir.

allí va, un nuevo pase gratis a la chucha.

sábado, 12 de julio de 2014

nada que ver.

la sensación penca de saberte pegada.

y en algo inútil. 
la razón es simple: piensas que extrañas a alguien. pero lo piensas un rato y lo notas, es una patética insistencia, recordar momentos peak. pasar por lugares y vivir todo de nuevo, sentir el sol de ese día, el viento de ese día. escuchar el retumbar de tu misma risa en tu pecho, pero no te estás riendo.

y entonces llegas al punto. el punto terrible: echas de menos el recuerdo, quisieras que pudiera volver a pasar esa misma situación una y otra vez. ESA situación, específicamente. no otras. esa, feliz, vibrante. y piensas que esa persona podría proveerte más. pero ahí está la cosa: esos recuerdos y esa persona ya no tienen absolutamente nada que ver.

martes, 20 de mayo de 2014

it's not my fault, i don't care, i don't regret a single thing...

jueves, 3 de abril de 2014

indeseable.


Me habías mandado mensajes pero no podía leerlos, cuando lo lograba me decías que tenías una banda hace un año, que ya había sido bastante tiempo y me hacías muchas preguntas (en tono desagradable) a las que respondía con evasivas. 
Cuando sentía que ya era suficiente me iba y cuando notabas que me iba me decías "rica" y me dabas un agarrón. Yo seguía mi camino.

Quedaba consternada, quedé consternada. Al despertar, noté que tenía mucho frío y que se vio horriblemente reflejado en esa pesadilla.

Y pensé en esas cosas estúpidas que dicen. Que quizás me estabas extrañando.

sábado, 29 de marzo de 2014

jano.

algún día debería resolver por borrar todo raspado de lo malparido. 
coserme los ojos hacia el frente, atarme los pies bien al piso.





pero me cuesta, por la conchetumare que me cuesta.
y no sé por qué, si todo pasado fue siempre peor.

miércoles, 26 de marzo de 2014


levrero lo llama angustia difusa, yo aún no le pongo un nombre. a mi me pasa esto que siento como si me partiera en dos una gran cascada de agua muy fría y me duele mucho el pecho, la frente, las piernas y me pesan los pies. tullida. pero sobre todo: me pesa lo que debería decir.

hace tiempo que dejé lo rebuscado, me fui enarbolando lo más simple, rústico porque mis sentimientos se fueron haciendo más humildes a la fuerza, a punta de expectativas que fueron viendo la luz en sepia. (porque siempre han sido así de simples, mis sentimientos). 

de pronto el mundo, el destino, quien sea, decidió arrancarme el corazón un rato, arrancármelo en serio y decírmelo tal cual: "esta vez es en serio, la próxima será peor" y decirme que todo lo anterior fue una prueba. y de pronto mi vida dejó de ser tan.

no, no dejó de ser miserable. fue más miserable aún, si lo ponemos de esa forma.

más defendible. por un motivo extraño se me dotó de la fuerza de sostenerla pero sin la menor idea del por qué. quedará para mis 40, mis 50 o 100. no tengo mucha inspiración, no ocupo bien las palabras, no ocupo bien lo que tengo y de pronto ya se ha ido todo, lejos, irrecuperable y uno abraza cosas, llora, mira lo que sea y piensa cosas. entonces uno avanza.

o todo lo demás se queda atrás.
debe ser eso: todo lo demás se queda atrás y pareciese que uno avanza.

sábado, 22 de marzo de 2014

laguna alguna.

mis entradas están libres de toda culpa, las entrañas guardan toda clase de complejidades sin ton ni son. no quisiera extenderme más en lo que nadie leerá o que será siempre leído por los ojos equivocados, interpretados desde una perspectiva poco idónea de quien entiende lo que quiere y no lo que debería creer. pero el "deber" es una cosa tan amplia... (..)

estoy completamente fuera de vista, escondiéndome en los dobleces fortuitos y desafortunados de la punta de alguna hoja de algún libro que alguna vez fue favorito. perdiéndome a propósito de las reminiscencias de paredes arañadas y ojos cerrados, sacudidas e intentos de dejar la mente en blanco. ya no soy yo, en el sentido amplio de la palabra. soy la proyección sana que en un momento decidí ser. y eso -no está de más decirlo- es el yo más enfermo que me ha tocado vivir.

la negación, el pie atrás y las manos apretadas no son algo que sobrecoja a mi espíritu. no siento que dé vueltas en mi interior y poco a poco la hoja se va quedando en blanco en mi buena parte de cerebro que queda, una hoja a la fuerza borroneada pero manchada de humedad y putrefacción, como si todos los componentes de esas hojas hallasen un correspondiente en todas las cosas que deseo olvidar y se estuvieran descomponiendo, descomponiendo. muy a la fuerza, he hecho un "cultivo" de sujetos y recuerdos descompuestos que han infectado frecuentemente mis reflexiones y me han hecho sentir o pensar lo menos conveniente.

dónde dejo el desperdicio. dónde se podría ir. se podría ir por mi boca si decido hablar mi dolor y mi rabia. se podría ir en mi sangre, en un escupo generoso, en un choque repetido de alguna parte de mi cuerpo contra algún objeto o alguna pared. se podría ir. pero no se va.

tengo la pésima costumbre de quedarme atrás. donde ya no existe nadie, donde nadie de los que extraño están. donde sólo hay un reflejo burdo que maximiza defectos y virtudes y donde sólo estoy yo, girando en lo entrañable, acurrucándome en la frazada fría y húmeda de la causa perdida, aniquilada e ignorada por nadie más que yo misma. 

viernes, 21 de febrero de 2014

convicciones oníricas

no, no puedo resignarme a que se trate (sólo) de una pesadilla.

jueves, 6 de febrero de 2014

negación del origen, partamos

no hay génesis, decía, sólo genealogía.

y en realidad debe ser que algo está fallando ahí. es una orfandad, una cosa que nunca he tenido. vengo a mi pieza después de semanas y en mi casa hay ratones. siento mi cara con fuerza contra lo que sea que me genere estabilidad, como aspirando esa ausencia de aire, desesperadamente, como si fuera la única que me pudiera salvar de tanta falta. y sollozo indefensa, porque no tengo, nunca tuve, no tendré nunca un lugar a dónde llegar. y mi única estabilidad es aferrarme así, pedir ayuda y respirar pesado, ahogarme en "tú no entendís esta hueá", dar empujones y sentirme pésimo si, de casualidad, alguna cosa me recuerda este vacío.


culpo a mis papás por todo. no he crecido nada. hasta de que me tenga que sacar todas mis muelas.

mis papás casi no tienen dientes.

pero los tuvieron en su juventud, ellos tuvieron sus 20 años con dientes preciosos y una sonrisa envidiable.

yo no.

ellos pudieron tener su vida, "criar" hijos, etc. todo sin esta presión de que la gente se va a morir y después la gente que queda se va a matar.

pero cada vez que vuelvo a mi casa me reciben así, con tanta alegría. y ratones.

ESTA PRESIÓN CONCHADESUMADRE QUE NO DEBERÍA TENER. una constante perturbación sobre el futuro, sobre lo que está pasando y que, como ellos, decidí no tomar en cuenta.

no tengo origen, mi nombre es un intento muy fallido por tratar de instalarlo en esta familia.

pero yo no podría, en toda mi vida, hacerles el honor.

miércoles, 29 de enero de 2014

vino blanco.



estoy tomando vino. me apesta el vino, pero con melón y frutillas es muy, muy pasable. alguna vez tomé vino en caja, un vino de litro, creo. en Matucana, sentada en una cuneta, un entrañable lo había comprado para mí. no le sentí tan mal sabor, en realidad, en ese entonces sólo quería sorprender a la gente, sólo quería agradarle a alguien, probar cosas, que valía la pena haciendo cosas que no valían la pena en ningún ámbito serio. por eso y muchas otras cosas, no le sentí ningún sabor. no le sentía sabor a nada que entrase en mi boca, en realidad. pero eran cosas que, ligeramente, me hacían feliz. y en esa tierna edad, mis expectativas no eran muchas, fue pega fácil.

los recuerdos vienen como un reflujo a estas alturas. no es grato, es la acidez de lo que tiene que pasar, irse hasta el fondo y desaparecer. dejar de huevearme, por la cresta. un vasito de agua y a dormir, un sal de fruta con limón, una aspirina, lo que sea.

muchas veces he decidido insistir. hoy desperté con la sensación de que insistir no ayuda en nada, de que he insistido en lo innecesario. de que me gusta perseguir causas perdidas hasta el punto en que el desgaste es tal que cuando se rompe el hilo era apenas una hilacha, una separación notoria en el distanciamiento, pero tan leve, tan "dulce", tan tóxicamente dulce.

no quiero más, no quiero seguir siendo la resistencia del circuito, entregar mi estabilidad a cambio de que todos los demás estén bien. rara vez decido cosas. y esta vez hasta me da remordimiento darme cuenta de que todo el tiempo fue eso: tratar de simpatizarle a alguien.

si le simpatizo o no a alguien hoy en día ya da lo mismo. me llevo mal con la mayoría de la gente que me rodea porque no los soporto. me irritan, me exasperan, así que decido ignorarlos, no sin antes odiarlos, no sin antes marcar en sus frentes el signo de la negación más rotunda. si soporto la presencia es siempre con el conchetumadre a flor de labios, un saludo con una sonrisa de oreja a oreja, juro que nadie lo nota, pero todo el mundo debiese notarlo: los odio, desearía no estar ahí, fingiendo que me interesan. fingiendo que en realidad son seres super interesantes, que en realidad.

sé que tampoco ellos me soportan. pero también sé que a ellos les importo menos.

en fin, un año nuevo comenzó hace un mes. las cábalas me apestan.

pero váyanse a la mierda todos los que deberían haber estado ahí hace mucho tiempo, de una buena y final vez. porfavor y gracias. PORFAVOR y gracias.

martes, 7 de enero de 2014

vuelvo un rato.

me ha asediado desde un tiempo hasta ahora, una visión del patio del colegio de mi infancia. lo sueño a cada rato, alguna parte de él.

un baño que parecía celda, oscuro, horrible, con rejas en todos lados, con rayones escalofriantes. aún así, rara vez sentía miedo de ir ahí. quizás sea porque solía ir acompañada. y el hedor, un hedor que puedo recordar con sólo quererlo.

había un árbol de granadas, con una forma extraña. la cosa es que me subía en él y esos eran mis recreos. recuerdo que había una seudocompetencia por lograr esas ubicaciones y me enojaba mucho cuando no podía subirme al árbol. entonces me subía a otro.

una compañera que, de ser mi amiga ahora, ya le hubiese pegado. tenía frenillos, una de las últimas cosas que supe de ella fue cuando veía en sus frenillos los mocos que le quedaban atrapados ahí.

mi primer membrillo. mi primer simce. mi primer miedo en el pecho y en la espalda.
no paro de soñar con instancias felices, pero llenas de rejas, llenas de humedad en sus paisajes. quizás no tenga nada que ver con esos recuerdos, pero hay algo ahí, escondido. y me gusta que sea así.