Siempre me he preguntado, me he observado en la tarea voluntaria o no de, cada cierto tiempo, borrar todo aquello que me identifique (fotos, escritos, mails, souvenirs, credenciales varias). Me he puesto reflexiva ante un hecho tan típico para mí como lo es perder cosas (porque "se me caen", por algunos formateos de mi pc, por terremotos o "accidentes de personalidad") y la pregunta es: ¿por qué pasa eso? la respuesta...no tengo idea de cuál será, la cosa es que pasa, la cosa es que tengo que andar constantemente haciendo trámites para volver a tener identidad en en el mundo, sacando carné, sacando pase escolar por chorrocienta vez. Mendigando fotos antiguas mías, porque no me queda nada, o me queda muy poco, ya ni recuerdo la cara que tenía antes.
Lo cierto es que a fin de cuentas, siempre he sentido un placer enorme de borrarme, ese dolor extraño y entrañable de un suicidio pequeño donde pretendo eliminar, junto con lo que lo representa, a mi pasado. Lo que me sobrecoge es pensar que aún cuando ese pasado es atesorado por mí, algo de mí está constantemente queriendo borrarlo, como pegando patadas hacia atrás. Tarde o temprano, al dar vuelta la página, saldrá una mano inesperada de mí y arrancará las páginas que hayan pasado y éstas desaparecerán de la faz de la tierra (al menos a mis ojos). Eso me aterra. Lo más terrible...es que me pasa.
La cosa es que sufro de amnesia inducida. Si lo olvido a usted mañana, siéntase en la libertad de recordarme el ayer en el hoy. No le garantizo una memoria inducida, ya que mi olvido es, muchas veces, irreversible. Pero, sin embargo, podríamos charlar un rato y usted podría compadecerse de mí y podría dejarme esa incómoda sensación de que yo a usted lo vi en algún lado, que me suena su nombre, que lo vi, lo ví, pero dónde, DÓNDE, CÓMO, CUÁNDO Y POR QUÉ.
Lo cierto es que a fin de cuentas, siempre he sentido un placer enorme de borrarme, ese dolor extraño y entrañable de un suicidio pequeño donde pretendo eliminar, junto con lo que lo representa, a mi pasado. Lo que me sobrecoge es pensar que aún cuando ese pasado es atesorado por mí, algo de mí está constantemente queriendo borrarlo, como pegando patadas hacia atrás. Tarde o temprano, al dar vuelta la página, saldrá una mano inesperada de mí y arrancará las páginas que hayan pasado y éstas desaparecerán de la faz de la tierra (al menos a mis ojos). Eso me aterra. Lo más terrible...es que me pasa.
La cosa es que sufro de amnesia inducida. Si lo olvido a usted mañana, siéntase en la libertad de recordarme el ayer en el hoy. No le garantizo una memoria inducida, ya que mi olvido es, muchas veces, irreversible. Pero, sin embargo, podríamos charlar un rato y usted podría compadecerse de mí y podría dejarme esa incómoda sensación de que yo a usted lo vi en algún lado, que me suena su nombre, que lo vi, lo ví, pero dónde, DÓNDE, CÓMO, CUÁNDO Y POR QUÉ.
PD: he de agregar que mi blog es el único que ha sobrevivido tanto a esta manía que menciono.
PD2: y que me aterra la idea de que sea como un cuchillo cocinero a disposición de quien quiera darse el lujo de...
PD2: y que me aterra la idea de que sea como un cuchillo cocinero a disposición de quien quiera darse el lujo de...