'I have debated, even in my soul,
What wrong, what shame, what sorrow I shall breed;
But nothing can affection's course control,
Or stop the headlong fury of his speed.
I know repentant tears ensue the deed,
Reproach, disdain, and deadly enmity;
Yet strive I to embrace mine infamy.
lunes, 16 de octubre de 2017
domingo, 3 de septiembre de 2017
"indulgere genio".
"Que Genius tiene que ver con el generar es por otra parte
evidente en el hecho de que el objeto por excelencia "genial",
para los latinos, era el lecho: genialis leetus, porque en él se
realiza el acto de la generación. Y consagrado a Genius era el
día del nacimiento, al que por esto mismo denominamos
todavía genesíaco. (...)
Se llama mi Genius, porque me ha engendrado (Genius
meus nominatur, quia me genuit)." Pero eso no basta. Genius
no era solamente la personificación de la energía sexual. Ciertamente
cada ser humano varón tenía su propio Genius y
cada mujer tenía su Juno, ambos manifestaciones de la fecundidad
que genera y perpetúa la vida. Pero, como es evidente
en el término ingenium, que designa la suma de las cualidades
físicas y morales innatas en aquel que comienza a ser, Genius
era de alguna manera la divinización de la persona, el principio
que rige y expresa toda su existencia. Por esto a Genius era
consagrada la frente, no el pubis; y el gesto de llevarnos la
mano a la frente, que hacemos casi sin darnos cuenta en los
momentos de desconcierto, cuando nos parece casi que nos
hemos olvidado de nosotros mismos, recuerda el gesto ritual
del culto de Genius (unde venerantes deum tangimusfontem).
y dado que este dios es, en cierto sentido, el más íntimo y
propio, es necesario aplacarlo y mantenerlo propicio en todos
los aspectos y en todos los momentos de la vida.
Hay una locución latina que expresa maravillosamente la
secreta relación que cada uno debe saber entablar con su propio
Genius: indulgere Genio. A Genius es preciso condescender
y abandonarse, a Genius debemos conceder todo aquello Genius
que nos pide, porque su exigencia es nuestra exigencia, su felicidad
es nuestra felicidad. Aun si sus -¡nuestras!- exigencias
puedan parecer poco razonables y caprichosas, es bueno aceptarlas
sin discutir.
(...) Genium suum defraudare, defraudar al propio genio, significa
en latín entristecerse la vida, embrollarse a uno mismo. Y
genialis, genial, es la vida que aleja la mirada de la muerte y
responde sin dudar a la incitación del genio que la ha generado."
y nada, arrojada a mi propia fuerza centrípeta y centrífuga otra vez.
ya recordé por qué no me dolió las otras veces.
y nada, arrojada a mi propia fuerza centrípeta y centrífuga otra vez.
ya recordé por qué no me dolió las otras veces.
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domingo, 27 de agosto de 2017
moonlight sonata.
el golpe que en mi cabeza retumbará
cuando caiga en la peor oscuridad
un sonido dando vueltas, de manera eterna
un zumbido que me recuerde para siempre
que esa no es una buena forma de partir.
el golpe que sonará será mi cabeza
chocando, por última vez, con la realidad
abrazaré en un último gesto a los defectos
diré que los acepto y luego me iré
con el golpe en que retumbe mi cabeza.
quizás se generará la miopía de los recuerdos
seré, de pronto, la más juzgada en mi último acto,
nadie entendería por qué pasó o lo que pasó,
pero la miopía del pasado me dará el perdón
por todas esas veces que me equivoqué
antes de esa última definitiva decisión.
todas las veces que no hice lo que esperaban
será nada, comparado con esta vez.
y eso será la paz última, con eso
con nada más que eso voy a ser feliz
aunque la felicidad ya no me toque.
sé bien que no es fácil, que son las luces
las que permiten que nadie vea mi futuro
pero yo lo veo sucio, muerto y mudo.
perdón por todo y gracias a quien le llegue.
ese sería el último mensaje que daría
cuando en mi cabeza retumbe el golpe.
el golpe que me dejará ir
el golpe del que ya no volveré.
cuando caiga en la peor oscuridad
un sonido dando vueltas, de manera eterna
un zumbido que me recuerde para siempre
que esa no es una buena forma de partir.
el golpe que sonará será mi cabeza
chocando, por última vez, con la realidad
abrazaré en un último gesto a los defectos
diré que los acepto y luego me iré
con el golpe en que retumbe mi cabeza.
quizás se generará la miopía de los recuerdos
seré, de pronto, la más juzgada en mi último acto,
nadie entendería por qué pasó o lo que pasó,
pero la miopía del pasado me dará el perdón
por todas esas veces que me equivoqué
antes de esa última definitiva decisión.
todas las veces que no hice lo que esperaban
será nada, comparado con esta vez.
y eso será la paz última, con eso
con nada más que eso voy a ser feliz
aunque la felicidad ya no me toque.
sé bien que no es fácil, que son las luces
las que permiten que nadie vea mi futuro
pero yo lo veo sucio, muerto y mudo.
perdón por todo y gracias a quien le llegue.
ese sería el último mensaje que daría
cuando en mi cabeza retumbe el golpe.
el golpe que me dejará ir
el golpe del que ya no volveré.
sábado, 26 de agosto de 2017
debe ser.
"Aquel
extraño encantamiento melancólico duró hasta el domingo por la noche. El lunes
todo cambió. Teresa irrumpió en su mente: sentía el estado de ánimo de ella
cuando le escribía la carta de despedida; sentía cómo le temblaban las manos;
la veía arrastrando la pesada maleta en una mano, la correa de Karenin en la
otra; se la imaginaba abriendo la cerradura de la casa de Praga y sentía en su propio
corazón la orfandad de la soledad que la envolvía al abrir la puerta.
Durante
aquellos dos hermosos días de melancolía su compasión no había hecho más que descansar.
La compasión dormía, como duerme el minero el domingo después de una serrana de
trabajo duro para el lunes poder bajar otra vez al tajo.
Atendía
a un paciente y, en lugar de verlo a él, veía a Teresa. El mismo se lo
reprochaba: ¡no pienses en ella! ¡No pienses en ella! Se decía: precisamente
porque estoy enfermo de compasión, es bueno que se haya ido y que ya no la vea.
¡Tengo que liberarme, no de ella, sino de mi compasión, de esa enfermedad que
antes no conocía y con cuyo bacilo me contagió!
El
sábado y el domingo sintió la dulce levedad del ser, que se acercaba a él desde
las profundidades del futuro. El lunes cayó sobre él un peso hasta entonces
desconocido. Las toneladas de hierro de los tanques rusos no eran nada en
comparación con aquel peso. No hay nada más pesado que la compasión. Ni
siquiera el propio dolor es tan pesado como el dolor sentido con alguien, por
alguien, para alguien, multiplicado por la imaginación, prolongado en mil ecos.
Se
hacía reproches para no rendirse a la compasión y la compasión lo oía con la
cabeza gacha, como si se sintiera culpable. La compasión sabía que se estaba aprovechando
de sus poderes y sin embargo se mantenía calladamente en sus trece, de modo que
al quinto día de la partida de ella Tomás le comunicó al director del hospital
(al mismo que después de la invasión rusa le llamaba a diario a Praga) que
debía regresar de inmediato. Le daba vergüenza. Sabía que su actitud tenía que
parecerle al director irresponsable e
imperdonable. Tenía ganas de confesárselo todo, de hablarle de Teresa y de la carta
que había dejado para él en la mesa. Pero no lo hizo. Desde el punto de vista
de un médico suizo, la actuación de Teresa tenía que parecer histérica y
antipática. Y Tomás no estaba dispuesto a permitir que nadie pensase mal de
ella.
El
director estaba verdaderamente afectado.
Tomás
se encogió de hombros y dijo: «Es muss sein. Es muss sein».
Era
una alusión. La última frase del último cuarteto de Beethoven está escrita
sobre estos dos motivos: Para que el sentido de estas palabras quedase del todo
claro, Beethoven encabezó toda la frase final con las siguientes palabras: «Der
schwer gefasste Entschluss»: «Una decisión de peso».
Con
aquella alusión a Beethoven, Tomás volvía a referirse, en realidad, a Teresa,
porque había sido precisamente ella la que le había obligado a comprar los
discos de los cuartetos y las sonatas de Beethoven.
La
alusión resultó más adecuada de lo que él hubiera podido suponer, porque el
director era un gran aficionado a la música. Se sonrió ligeramente y dijo en voz
baja, imitando la melodía de Beethoven: «¿Muss es sein?»
Tomás
dijo una vez más: «Ja, es muss sein»."
Milan
Kundera, La insoportable levedad del ser
(fragmento)
debió ser, debe ser.
martes, 20 de junio de 2017
actualización del 2017
considerando que al parecer la última vez que actualicé esta clase de notas fue a mis 21 (creo, creo)...vale crear un nuevo caso de anagnórisis al peo que me haga ver mi pasado en mis palabras en unos cuantos años más, el ejercicio narciso de asumir que existiré todavía.
bueno, ahora tengo 27 y creo que las cosas han cambiado suficiente. la muerte ha pasado demasiado cerca mío varias veces y eso ha hecho que me plantee las cosas de una manera distinta, partiendo por la necesidad imperante de inventarme una vida "sola" o no tan dependiente que me arrojó a ver un lado de mí que no conocía, el lado de saber que las cagué irremediablemente y dar un paso al lado, lejos de una perfección que no tenía nada que ver conmigo y crear una nueva realidad desde la nada, tratar de estar contenta con eso. no ha sido fácil, pero es lo que corresponde.
mi vida ahora depende de mis proyectos y nada más que mis proyectos.
tengo un perro nuevo que adoro con mi vida y con él pretendo vivir en los próximos años. a ratos me cuestiono el por qué lo dejé entrar a mi vida y dejar que la sacuda de esta forma, a veces me gustaría dejar de depender de ver su cola moverse para ser feliz, pero ya es tarde. él estará conmigo en el mejor de los casos por unos 13 años más, tendré que saber unirlo a lo que pretendo hacer.
definitivamente no me interesa ser mamá jamás y la noticia no será jamás bienvenida en mi familia...pero qué se le va a hacer.
soy coordinadora académica en un preuniversitario, también doy clases ahí, también doy clases particulares a dos adolescentes y un niño. también trabajo los fines de semana en un depósito cervecero porque además me puse a estudiar para ser sommelier cervecera. en cuanto a mis logros, todo va de manera excelente y tengo más ideas a concretar de aquí a no sé cuánto tiempo más, dentro de lo que contemplo diversas especializaciones en diferentes aspectos de mi vida. porque no gano mucho, pero me saco las recrestas y puedo pagarme lujos como estudiar y juntar plata para ideas futuras.
mi papá hace un año tuvo un breakdown y ahora es mejor conmigo. mi mamá sigue igual, en un espiral de no reconocimiento. el ariel está metido en cosas extrañas y aunque le he ofrecido mi ayuda, sigue siendo un soberbio de mierda que no es capaz de aceptar ayuda porque no le gusta deberse a los demás. hueá de él.
mi abuela está muy enferma.
el otro día casi lloré porque se me quemó un portaminas.
y eso, en general.
de aquí a un año más al menos, supongo que estaré con mi diploma de sommelier y con un poco más de orden en el preu. me gusta mi vida ahora, aunque suene que no es así. me gusta porque sé que depende sólo de mí y trabajo para que mejore todos los días. y eso, cambio y fuera.
status.
My breakfast was straight out the medicine cabinet
a remedy for the aftermath of my habits
sometimes it's the ones who try to help
that hurt the most
I feel like we're playing tug of war and I'm the rope
and I'm stretched to the limit
but you keep on pulling
and I'm gunna lose my goddamn mind, I'm gunna lose my mind
I want to hide away in the back of a cave
at the top of a mountain
where no one can hear me and no one can see me
so I don't have to deal with them
and they don't have to deal with me
Cause relationships are overrated
maybe I'm just tired and jaded
but I'm sorry I just like myself more than I like you
So call me anti-social, call it masturbation
Either way it's a solo operation
I'm just far more comfortable alone
It appears that apathy
has gotten the best of me
cause I'm so tired of you talking my ear off
about all your problems I just can't fix
I don't appreciate this unwanted company
and your constant chatter
reminds me why I'd rather you leave me be
So call me anti-social, call it masturbation
Either way it's a solo operation
I'm just far more comfortable alone
Cause people are ugly and people are hateful
distructive and greedy
we're proud and ungrateful
the world would be so much better off without us
So swallow a bullet
or a handful of pills
we're all compost in training
and there's graves left to fill
we distract ourselves to make us feel like we're not just mistakes
we distract ourselves to make us feel like we're not just mistakes
It seems that everybody's always got a bone to pick
a promise to break, never again will I make that miskate
Of trusting anyone
trusting anyone
trusting anyone
This is my misanthropic confession
human being are a waste of breath and
don't think I excuse myself
I'm an asshole just like you
My breakfast was straight out the medicine cabinet.
jueves, 16 de marzo de 2017
esta cosa es antigua, no sé en qué momento la escribí (pero casi sigo igual a ratos)
las noches desde hace como un año y medio no son para nada saludables (no sé si porque mi mente se acostumbró o se enfermó). despierto cada tres horas como máximo si es que no he tomado algo para dormir por más tiempo y cuando tomo lo suficiente para dormir por más de cinco horas o despierto con caña o con la voluntad de ser persona bien lejos de mi alcance.
duermo mal, despierto mal. pero me hago el ánimo. tomo el café de rigor, busco algo de comer a veces. salgo.
a duras penas choco con el sol que me espera a la salida del pésimo y oscuro pasillo de mi casa que precede a la colisión córnea-luz. me subo a la micro y un hueón canta una canción triste, apañado de una guitarra y me baja una angustia culiá, de esas añejas.
subo al metro, me acomodo en un asiento y fijo la mirada siempre en el piso, no vaya a ser que vea a alguien conocido y el día sea -aún- peor. porque sé que viene demasiado antes de que el día termine. y de que quiero que el día se termine lo más pronto posible.
(no es lo más rápido, pero es lo más simple el tratar de que pase lo justo y lo necesario durante el día: nada más, nada menos)
doy clases, tomo más micros, más buses, me siento a veces un rato más en el metro. trato de terminar alguna de los libros que comencé, trato de no pensar tanta hueá, aunque pensar esté bien.
siento que he pensado demasiado para mi edad y que eso nunca me ha servido para calmarme. y que tengo que parar.
trato de leer. pero el nudo en mi pensamiento se expande, se difunde entre mis conexiones mentales, se mete en mis nervios oculares y de pronto sólo puedo ver el gran nudo. el nudo que me hace cuestionarme por qué no tengo todas mis tijeras ordenadas, por qué no he tomado el suficiente té, por qué no he devuelto la caja de las lanas donde iba, por qué no he terminado aún la interminable lista de cosas que tengo que hacer -como sentirme conforme conmigo misma-. incomodidad.
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